En muchos videojuegos aparecen personajes de ambos géneros, pero podemos observar que su apariencia física es ideal.
Las mujeres son de medidas perfectas, delgadas, esbeltas y cabello brillante.
Lara Croft y la druida son personajes femeninos que a pesar de estar enmarcados en juegos uno de acción y otro de rol muestran a dos mujeres idílicas, sin ningún tipo de defecto y deseables a imitar en todos sus aspectos.
Los varones son altos, fuertes, rudos y muy varoniles.
Kratos y Jin son personajes musculosos y fuertes que se caracterizan por el daño que pueden hacer a sus enemigos y por su corpulencia física.
¿Qué podemos deducir de todo esto?
Los niños pueden anhelar el físico de estos personajes y querer ser como ellos pudiendo influir en su personalidad, en su forma de hablar, de vestir y de actuar.
Al igual que cuando vemos modelos en la televisión o en los post publicitarios, en los videojuegos ocurre lo mismo puesto que nos muestran un estereotipo rígido y marcado de como debería ser la sociedad en la que vivimos.
Al igual que cuando vemos modelos en la televisión o en los post publicitarios, en los videojuegos ocurre lo mismo puesto que nos muestran un estereotipo rígido y marcado de como debería ser la sociedad en la que vivimos.
Es mas, hay juegos en los que los personajes se pueden personalizar definiendo ojos, pestañas, cejas, voz, etc. Por ello, definimos a los personajes como nos parecen a nosotros más bonito siendo, por lo general, lo contrario a lo que somos nosotros.

Es cierto que no todos los juegos marcan los atributos de género, pero generalmente estamos acostumbrados a que un hombre y una mujer tengan unas características de género muy particulares y lo más preocupante es que lo aceptamos socialmente.
Aunque nos parezca exagerado, la influencia que puede generar es muy grande puesto que nos imaginamos con esas medidas perfectas que muchas veces nos podemos tener y nos empeñamos en conseguirlas a toda costa no sabiendo diferenciar la realidad de la ficción de un videojuegos.

Es cierto que no todos los juegos marcan los atributos de género, pero generalmente estamos acostumbrados a que un hombre y una mujer tengan unas características de género muy particulares y lo más preocupante es que lo aceptamos socialmente.
Aunque nos parezca exagerado, la influencia que puede generar es muy grande puesto que nos imaginamos con esas medidas perfectas que muchas veces nos podemos tener y nos empeñamos en conseguirlas a toda costa no sabiendo diferenciar la realidad de la ficción de un videojuegos.
Debemos enseñar a los niños a aceptarse a uno mismo y a quererse tal y como son, así como, a distinguir la realidad que muestran en los videojuegos con la vida real en la que viven.
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